Una vez le preguntaron a Lewis Hine, un fotógrafo de guerra, por qué había elegido esa profesión. Él contestó que si pudiese contar con palabras todo lo que veía, no necesitaría cargar todo el día con una cámara de fotos, que ciertos momentos de belleza, de desolación, de amor, y de egoísmo, estaban más allá de las palabras. Yo también lo creo, hay cosas que no podemos explicar con simples palabras.
Cosas como seguir vivos, sentimientos como el amor y el compromiso, sensaciones como el volver a abrazar a un amigo…
Quizá por eso nuestra vida se compone de imágenes, momentos congelados en el tiempo para siempre, de decisiones que cambian el remedio y el rumbo de las cosas, de fotografías fijas guardadas en la memoria, que te recuerdan cada segundo lo hermoso que es vivir
- Que... ¿Cómo podías estar tan seguro? ¿Cómo lo sabías?
- Porque soñaba contigo..
- ¿Sólo por eso?
- Yo también soñaba contigo..
Nos empeñamos en buscar la felicidad cada día, y no nos damos cuenta de que es ella la tiene que encontrarnos. Y eso será donde menos te lo esperas; en el instituto, en el supermercado, o en mitad de una huida. Y cuándo llega descubres que ahí no acaba todo. Que el final de un camino, sólo es el principio de otro, y lo único importante es la persona que escoges para que camine a tu lado. Y esconderse es lo que menos te importa. Lo que te importa es que estás tocando con la yema de los dedos eso que has estado soñando toda tu vida, y ya sólo importa el hoy, el presente, y lo que queda por venir.Porque no se puede borrar lo que ya está escrito,y porque la vida es aquello que te sucede mientras tu tratas de hacer otra cosa.
El miedo es como la familia, que todo el mundo tiene una, pero aunque se parezcan, los miedos son tan personales y tan diferentes como pueden serlo todas las familias del mundo. Hay miedos tan simples como desnudarse ante un extraño, miedos con los que uno aprende a ir conviviendo; hay miedos hechos de inseguridades, miedo a quedarnos atrás, miedo a no ser lo que soñamos, a no dar la talla, miedo a que nadie entienda lo que queremos ser. Hay miedos que nos va dejando la conciencia; el miedo a ser culpables de lo que les pasa a los demás. Y también el miedo a lo que no queremos sentir, a lo que no queremos mirar, a lo desconocido... como el miedo a la muerte, a que alguien a quien queremos desaparezca.Librarse del miedo es como quitarse la ropa delante de alguien, a veces cuesta, pero cuando empiezas, lo único que tienes que hacer es seguir, sin dudar. Y de repente te das cuenta de que el miedo ya no te pertenece, ha desaparecido, como esa ropa que un día dejas de usar...
A veces me preguntaba como serian las cosas cuando yo no estubiese aqui y me costaba imaginarmelo. Supongo que todos nos creemos demasiado importantes, nos parece que nuestra casa ya no puede ser la misma si no estamos para sentarnos en nuestro sillon, que el bar donde desayunamos ya no puede ser el mismo si no estamos ahi para mojar el churrito en el cafe. Pensamos que cuando morimos la vida se va detener, que va a hacer un alto para digerir que ya no estamos, pero no es verdad, el mundo no se para y sigue su marcha sin nosotros,y lo unico que cambia es el tamaño de tu nueva casa, una caja de 1.80 de largo y medio metro de ancho a doce palmos de profundidad donde la humedad y las lombrices son tu única compañia.
En 1924 un médico llamado Francois Boisent enumeró una a una todas las anomalías físicas y mentales que se producen cuando una persona se enamora.
Al principio afirmaba Boisent "el enamoramiento tiene numerosas similitudes con procesos gripales" : Estado Febril, dilatación de pupilas, palpitaciones, sudoración, temperatura alta y disminución de pensamiento periférico...
El mal de amores cursa los primeros días como un catarro pero a lo bestia hasta que el paciente se habitúa a la ausencia de la persona amada, después los síntomas en lugar de remitir como sucede en los procesos gripales, se multiplican...
El enamorado pierde el apetito, pasa las noches en vela con gran ansiedad y se entrega al aislamiento,la soledad y aunque el paciente sabe lo que le esta pasando no hay antibiótico ni antigripal que le alivie...
La Vida sin la persona amada se convierte entonces en un infierno, en función del organismo afectado su periodo de recuperación puede ser de unos días o convertirse en una enfermedad crónica, un desasosiego para toda la vida...
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