martes, 12 de junio de 2012



Los sentimientos se deslizan, a veces se refugian en guaridas de amor, pero cuando emergen al aire preso o libre, dan el color del mundo, no del universo inalcanzable sino del mundo chico, el contorno privado en el que nos revolvemos. Gracias a ellos, a los sentimientos, tomamos conciencia de que no somos otros, sino nosotros mismos. Los sentimientos otorgan nombre, y con ese nombre somos lo que somos.

Mario Benedetti.




Quizás es necesario que de una vez por todas el muro tumbe, y después de estamparte una y otra vez, puedas seguir tu camino y te des cuenta de lo verdaderamente importante. Deberías aclarar tus ideas, y así, poder elegir y disfrutar de lo tuyo. Empieza a planteártelo.


Ninguno hace caso del agua que va después de la lluvia cuando vuelve el sol. Poco importa si sobre esa agua hay lágrimas después de haber llorado por amor, por dolor.
El agua se evapora, vuelve al aire y a nuestros pulmones, respirando el viento que sentimos en la cara.
Y las lágrimas vuelven a entrar en nosotros, como las cosas que hemos perdido. Pero nada se pierde en realidad. Cada segundo que pasa, cada luna que surge, no hacen nada más que decirnos : VIVE!! vive y ama lo que tú eres, como tú seas, por lo que seas. Mira en lo alto del cielo, cierra los ojos, y no te canses nunca de soñar. La vida es muy corta para no ser felices, juntos..





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