martes, 4 de enero de 2011

William Shakespeare

Sabemos lo que somos, pero ignoramos lo que podríamos ser
El amor no mira con los ojos, sino con el alma
El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos
El amor, como ciego que es, impide a los amantes ver las divertidas tonterías que cometen
Lloramos al nacer por tener que entrar en este gran escenario de locos
Si el hombre fuera constante, sería perfecto
Si a cada cual se le diese su merecido, ¿qué hombre podría escapar del látigo?
Sabemos lo que somos, pero no en lo que podemos convertirnos
Las heridas que no se ven son las más profundas
Ocurra lo que ocurra, aun en el día más borrascoso las horas y el tiempo pasan
Malgasté el tiempo, ahora el tiempo me malgasta a mí
Si se quiere ascender por cuestas empinadas, es necesario al principio andar despacio
No enciendas tanto la hoguera contra tu enemigo que alcance a quemarte
Nada es bueno o malo, sino que el pensamiento es lo que hace las cosas buenas o malas

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